“Un joven católico comprometido en la Universidad intenta defender y ayudar a los que tiene a su alrededor”

Pedro Rivera (25 años) ha sido elegido, recientemente, presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Córdoba. El joven está estudiando el Máster en Abogacía, después de haberse graduado en Derecho y ADE

¿Por qué decidiste presentarte como candidato a presidir el Consejo de Estudiantes de la UCO?

Llevaba varios años declinando las propuestas de algunos compañeros para que me presentase a dicho cargo, pues ya era el representante de los estudiantes en el Consejo de Gobierno de la Universidad. Pero el ánimo y la confianza que muchos de mis compañeros me dieron al creer que podía superar la situación que estaba atravesando el Consejo de Estudiantes (que llevaba más de un año sin Presidencia, pues ninguno de los candidatos conseguía suficientes apoyos), para conseguir sacar adelante un proyecto sólido, con mejoras para los estudiantes de Córdoba, me motivó finalmente a dar el paso.

¿En qué consistirá el trabajo de representación del alumnado para el que has sido elegido en la Universidad?

La representación en el ámbito estudiantil universitario consiste en conseguir recabar las dudas, inquietudes, problemas… de nuestros compañeros, para transmitirlos a los órganos universitarios correspondientes, especialmente a los equipos de gobierno decanales y de Rectorado, y así poder conseguir, además de sean conocidos por estos, intentar llegar a consensuar medidas que puedan dar soluciones, trabajando así siempre por el beneficio de los estudiantes.

¿Crees que esta representación hará más fácil la participación del alumno en la toma de decisión de la Universidad?

Me gustaría que así fuese. Pienso que en mi labor como representante, mi cometido principal, como es lógico, es trasladar las preocupaciones y el punto de vista de los alumnos a los distintos órganos de la Universidad. Evidentemente, los alrededor de 15.000 estudiantes de la UCO no pueden estar participando en todos y cada uno de los procesos y decisiones, pero contando con buenos representantes que hablen por ellos y que estén dispuestos a trabajar, se puede conseguir que la opinión de estos también sea tenida en cuenta. Y eso es lo que intento.

En el ambiente universitario, ¿resulta fácil mostrarse como joven cristiano comprometido?

En la Universidad existe una gran variedad de puntos de vista y formas de pensar que tienen las personas que pasan por ella, y eso incluye la posición que tienen unos y otros frente a la religión católica. Soy de la opinión de que ni nuestras creencias ni, sobre todo, nuestra ideología política deben influir de forma directa en las decisiones que tomamos en la representación. Por ello, creo que no es difícil ser un católico comprometido porque, en primer lugar, se debe siempre partir del respeto al pensamiento y las creencias de los demás, que tiene que imperar siempre. Y, en segundo lugar, porque un joven católico comprometido en la Universidad intenta defender y ayudar a los que tiene a su alrededor, sea por medio de la representación a mayor nivel o simplemente ayudando a sus compañeros de clase o de cualquier otra manera; pero siempre sin discriminar por motivo alguno. También en la representación estudiantil, y en la política, debe ser así: se trabaja por los intereses de aquellas personas a quienes representamos, sin negarles ese esfuerzo aunque piensen o crean en algo distinto a nosotros.

¿Cuál es tu experiencia de Iglesia a través de la Delegación de Juventud?

Que la Iglesia Católica no es una institución anticuada e inmovilizada, sino una comunidad de personas viva en la que los jóvenes también encuentran su sitio. Que ser Iglesia, ir a misa, rezar, no es algo viejo o aburrido, sino que se puede hacer disfrutando y pasándolo bien con otros jóvenes, pues no es ni mucho menos incompatible. El mensaje de Jesús en muchas ocasiones además puede guiarnos en las cuestiones y decisiones a las que nos enfrentamos conforme crecemos y nos convertimos en adultos, y quienes lo conocemos podemos hacer mucho bien si con nuestro ejemplo se lo comunicamos a otros jóvenes de nuestro entorno.

En tu opinión, qué debe hacer un joven católico en el ambiente social que le toque vivir (estudios, trabajo, ocio…)

Ser coherente con los valores cristianos y vivir sin perder de vista lo que ocurre en el mundo. Cumplir con las obligaciones más básicas como los estudios, querer a tu familia, tus amigos, novio o novia, pero también ir un poco más allá y tratar de ayudar a que la sociedad mejore un poco con tus acciones. Ya sea porque hagas un voluntariado, porque te impliques en causas sociales o simplemente porque estés dispuesto a escuchar y animar a quien lo necesite. Y sobre todo, que con tu actitud muestres que hay algo en tu vida que te hace feliz y que te mueve a ponerte en marcha, a ser sal del mundo.

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