Mario y Javier serán los nuevos diáconos para la diócesis de Córdoba

Conoce a los dos jóvenes que en la solemnidad de la Inmaculada Concepción recibirán de manos del Obispo la ordenación diaconal, Mario González y Javier Solaz

Mario González y Javier Solaz serán ordenados el domingo 8 de diciembre, coincidiendo con la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Como cada año en las mismas fechas, los seminaristas de último curso del Seminario Conciliar “San Pelagio” se ordenan diáconos en una ceremonia solemne en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el obispo de la Diócesis, monseñor Demetrio Fernández.

Después de siete intensos años de formación en el Seminario Conciliar “San Pelagio” de Córdoba, Mario González y Javier Solaz, están cada vez más cerca de su ordenación sacerdotal. El primer grado de dicha orden lo recibirán este domingo, 8 de diciembre, con la ordenación de diáconos. Ambos se enfrentan a su último año de seminario y coinciden en que lo dedicarán a seguir preparándose, principalmente, en su relación con Cristo y en cómo transmitirla a los demás una vez que sean ordenados presbíteros.

Para Javier su paso por el seminario ha sido “un regalo de Dios”, considerando que ha crecido mucho a nivel humano, con lo que coincide Mario, añadiendo que para él una de las sorpresas ha sido la convivencia con sus hermanos, la parte fraternal que le han ofrecido, tanto ellos como los sacerdotes y formadores que los han acompañado. A pesar de estar a un paso muy importante en su vida, ambos confían en que están preparados, además de impacientes de que llegue el momento.

Mario y Javier hicieron su Promesa de Celibato, Profesión de Fe y Juramento de Fidelidad el pasado 28 de noviembre durante una eucaristía presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, en la capilla del Seminario Mayor. Con este acto ambos dan el último paso en su preparación para el diaconado. Ante sus compañeros y formadores los futuros diáconos manifestaron su deseo de recibir el primer grado del sacramento del sacerdocio.

RITO

El rito de la Ordenación comienza después de la liturgia de la palabra, con la elección de los candidatos, en la que el Obispo llama a cada uno de ellos y éstos se acercan al prelado haciéndole una reverencia. En ese momento, un presbítero, designado por el Obispo, le pide, en nombre de la Iglesia, que los ordene diáconos. A continuación, tendrá lugar la homilía, tras la cual comenzarán las promesas de los elegidos, ambos se ponen en pie y son interrogados por el prelado. Llega el momento de la súplica litánica, en la que los elegidos se postran en tierra mientras se cantan las letanías.

Puestos de nuevo en pie, se acerca cada elegido al Obispo y se arrodilla para que éste lleve a cabo el rito de imposición de las manos y plegaria de ordenación. Posteriormente llega el momento de la imposición de las vestiduras y finalmente la entrega del libro de los Evangelios.

Según las “Normas básicas para la formación de los diáconos permanentes en las diócesis españolas”, en el ámbito litúrgico y sacramental, el diácono, en virtud de la ordenación, participa en la acción santificadora del Pueblo de Dios. Así, preside la celebración de algunos sacramentos (bautismo, matrimonio) y de los ritos exequiales, preside la Liturgia de las Horas y la oración del pueblo fiel, bendice personas y cosas y, sobre todo, asiste al obispo y al presbítero en la celebración de la eucaristía. En la eucaristía el diácono proclama el evangelio, puede predicar la homilía en los casos que fuera conveniente y distribuye la comunión. Es en el sacramento eucarístico donde en mayor grado se expresa la realidad de la Iglesia y de sus ministros ordenados (cf. Directorio, nn. 28‑36).

Mario González González nació el 12 de junio de 1989 en La Puerta de Segura, un pequeño pueblo al norte de Jaén. Es Licenciado en Matemáticas y ha estado siete años en el Seminario, asegurando que han sido “lo mismo que seguir a Cristo” ya que han tenido “la parte de gloria en la que el corazón se enardece, y la parte de cruz, de conocer tus miserias”.

Javier Solaz Moreno nació el 18 de febrero de 1978 en la localidad cordobesa de Pozoblanco. Es licenciado en Empresariales y, al igual que Mario, llegó al Seminario hace siete años, reconociendo que este tiempo ha sido “un paso del Señor por mi vida”, creciendo a nivel humano y personal y abriendo el corazón “a lo que el Señor ha querido darme”.

 

 

COMPARTIR EN REDES SOCIALES