Los tres “regalos” de la Semana Santa

El sacerdote y periodista Antonio Gil ofrece un nuevo artículo para "Al Trasluz" centrado en la celebración de la Semana Santa

Llega la Semana Santa, la Semana Mayor, y en bellísima expresión del poeta José García Nieto, en uno de sus versos: “La Semana del que ama”. Celebramos y vivimos el drama de la pasión y muerte de Cristo, con el esplendor de su gloriosa resurrección. Dios nos hace tres hermosos “regalos” en la Semana Santa.

Primer regalo: El regalo de su amor. “Tanto amó Dios al mundo, que envió a su Hijo Único para salvarlo”. Benedicto XVI nos dejó estas tiernas palabras sobre el amor de Dios: “Dios cuida personalmente de mi, de nosotros, de la humanidad. No me ha dejado solo, extraviado en el universo y en una sociedad ante la cual uno se siente cada vez más desorientado. Él cuida de mí. No es un Dios lejano, para quien mi vida no cuenta casi nada. Dios me conoce, me quiere y se preocupa por mí”.

Segundo regalo: El regalo del “paraíso”. Pero, no mañana, ni más tarde, sino “hoy”. Así lo dijo Jesús al buen ladrón: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Abrirnos a Dios, a su Palabra revelada, a sus “susurros”, es “adentrarnos ya en el paraíso”.

Tercer regalo: El regalo de una “Madre”. Así lo dirá Jesús a su discípulo predilecto: “Ahí tienes a tu madre”. María, nuestra Madre, con su regazo maternal abierto siempre y en todo momento para la humanidad. María, al pie de la Cruz, "auxilio, refugio, consuelo nuestro".

 

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