Las 24 horas de un sacerdote en el antiguo seminario de Los Ángeles

José Miguel Bracero no ha podido evitar plasmar sus sentimientos por escrito tras conocer la realidad de este rincón de Hornachuelos

En pleno parque natural de la sierra de Hornachuelos, es un risco junto al embalse de Bembézar, se encuentra un lugar único: el seminario Santa María de los Ángeles. Para mucha gente un lugar muy especial pues durante un periodo de tiempo, entre 1957 y 1971, fue seminario; pero también para otras personas algo desconocido. Y es que tras varias décadas de abandono, en agosto de 2021 fue reconvertido en el centro de reinserción social San Gabriel gracias a un proyecto social puesto en marcha por el Obispado de Córdoba que atiende a jóvenes y adultos que han cumplido alguna pena en la cárcel o bien que tienen algún problema de adicciones.

En este proyecto de Los Ángeles conviven en la actualidad ocho personas, de distintas zonas y entornos familiares. La pasada semana recibieron la visita de un sacerdote, José Miguel Bracero, quien pasó 24 horas junto a ellos de las que no pudo evitar dar cuenta al conocer esta realidad. “Allí he podido comprobar la gran labor que se realiza con estos chavales, bajo la supervisión y cuidado de un monitor experimentado y un capellán que los atiende y los cuidan humana y espiritualmente”, afirmaba en una misiva publicada en sus redes sociales.

Tras conocer cómo organizan su agenda diaria, cómo viven momentos de oración y de celebración eucarística, José Miguel afirmó: “Podemos descubrir la grandeza de Cristo, que se coloca a caminar junto a nosotros, nos acompaña siempre en este difícil camino de la vida, y cuando sienten su amor, su perdón y misericordia, ya nunca quieren soltarse de su mano”.

Bracero ha comprobado de primera mano el bien que hace a estos hermanos el tener esta ayuda. Asegura que ellos le han enseñado a él mismo “que no debemos bajar la guardia ni dejar de luchar por nada” y por ello, anima a todos los fieles a que si conocen personas que necesitan ayuda, los pongan en contacto con esta realidad “para tratar de poner en las manos del Señor esta ayuda que tanto bien podría hacerle y que tanto necesitan”. “Un proyecto en plena naturaleza, en un paraje tranquilo y aislado, replanteando y reorganizando su vida, y atendido personalmente por su monitor Cristóbal y el padre José Antonio (capellán penitenciario), y desde ya nos unimos a ellos en la oración para que la acción del Espíritu Santo no deje nunca de actuar sobre ellos y puedan encontrar su sitio de nuevo en la sociedad, una sociedad a veces hostil que los rechaza, en la que quieren demostrar cuánto pueden hacer, cuánto pueden ofrecer con su trabajo y sus talentos, y cuánto pueden amar cuando encuentran nuestro abrazo y nuestro cariño”, expresa.

Asimismo, invita a colaborar o contactar con ellos a través de los siguientes medios habilitados:

"RESCATADOS DE MARÍA" Fundación Diocesana (Antiguo Seminario de los Ángeles)

Apartado de Correos 11

14740 Hornachuelos (Córdoba)

Teléfono: 648 719105

E-mail: rescatadosdemaria@diocesisdecordoba.es

Para colaborar económicamente con el proyecto se puede hacer a través de:

ES09 0237 0210 3091 7305 3384

BIZUM 05556

 

A continuación, adjuntamos la misiva completa de José Miguel Bracero, párroco de Posadas.

Queridos hermanos:

Acabo de llegar de pasar 24 horas en el antiguo Seminario de los Ángeles, donde como sabéis, el Obispado de Córdoba ha puesto en marcha un precioso proyecto social que atiende a jóvenes y adultos que han cumplido alguna pena en la cárcel o bien tienen algún tipo de problema de adicciones (alcohol, drogas, etc…). Hace poco os envié un mensaje titulado “Yo controlo” sobre los constantes peligros que las drogas y las adicciones amenazan a nuestros chavales, a nuestros jóvenes (y no tan jóvenes…) y que destrozan tantas vidas, tantas familias, amigos, compañeros… y no podemos bajar la guardia, aunque nos auto-engañemos pensando que “nosotros controlamos”. ¡Es falso, mucho cuidado!

En aquel precioso proyecto de Los Ángeles, encomendado al Arcángel San Gabriel, conviven ocho personas, de distintas zonas, entornos familiares diversos, que han caído en las redes de aquellos desalmados que nos tientan continuamente con falsas felicidades y mentiras tóxicas que hacen sucumbir nuestra conciencia y nos hacen esclavos, perdiendo nuestra libertad y nuestra dignidad como personas. De esto saben mucho también nuestras queridas asociaciones DOLMEN y la Federación MADINAT con sede en nuestro pueblo, cuya increíble labor y esfuerzo en la prevención, atención y reinserción es encomiable. Todo lo que hagamos es poco siempre pensando en el bien de nuestra sociedad.

Allí he podido comprobar la gran labor que se realiza con estos chavales, bajo la supervisión y cuidado de un monitor experimentado y un capellán que los atiende y los cuidan humana y espiritualmente. Lo primero que debe hacer alguien que sufre este tipo de problema, es reconocer que tiene un problema, no aceptarlo ni conformarse, no dejarse engañar por lo que nos parece algo inofensivo y que me hace sentir guay (otra gran mentira), y entonces, DAR EL PRIMER PASO diciendo alto y claro: “sé que no quiero seguir así, necesito ayuda, voy a buscar un entorno alejado de mi círculo, de mis “amigos”, de esas substancias que me hacen no ser yo mismo.

Entonces llegan valientemente para ser ayudados y es que sus vidas están destrozadas, y han destrozado las de sus seres más queridos, de su familia, esposa, hijos, padres… y por eso tienen que comenzar re-construyendo su vida, en la que han perdido el rumbo, el sentido, el trabajo, y sólo viven pensando en consumir y buscar eso que falsamente les da gozo y satisfacción.

Por tal motivo, y en mi propia experiencia compartiendo estas 24 horas con ellos, he visto que se organiza su agenda diaria, todo está distribuido en responsabilidades, tareas, y por supuesto, momentos de oración, adoración, la santa misa (que no son obligatorias, pero el que va y descubre lo que vive, encuentra la paz del Señor en su corazón). Podemos descubrir la grandeza de Cristo, que se coloca a caminar junto a nosotros, nos acompaña siempre en este difícil camino de la vida, y cuando sienten su amor, su perdón y misericordia, ya nunca quieren soltarse de su mano… sin duda, no es tarea fácil, y es posible caerse, y desde luego, siempre posible volver a levantarse.

Os comento brevemente cómo se distribuye su día a día:

07:30 h Adoración al Santísimo

08:00 h Santa Misa

09:00 h Desayuno

10:00 h Reparto de tareas (limpieza cuartos, zonas comunes, arreglos, huerto, etc…)

12:30 h Catequesis (aquellos que quieren confirmarse), tiempo de lectura, paseo, etc

14:00 h Comida y descanso

17:00 h Merienda

19:30 h Santo Rosario y lectura comentada del Evangelio del próximo día, con preguntas y respuestas, dudas

21:00 h Cena

22:00 h Película (elegida cada día por uno de ellos) y descanso

Ciertamente he podido comprobar el bien que hace a estos hermanos nuestros el tener su día ocupado, organizado, volver a poner orden en su vida, intercalando lo físico con lo espiritual, con sus muchas luchas, sus tentaciones, sus agobios y sus cansancios, que ponen a los pies del Señor, que nos dice a todos “venid a mí los que estéis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”.

Tenemos que dar gracias a Dios por ser tan bueno y acoger siempre con sus abrazos amorosos a todos aquellos que quieren ordenar su vida (también nosotros deberíamos pensarlo, yo el primero), para dar sentido pleno a nuestra vida, saber por qué y por quíén vivimos, actuamos, pensamos… por Dios, por nuestra familia, por nuestros hermanos. ¡No hay otra razón más allá! ¡Ojalá podamos insertarla y grabarla a fuego en nuestra alma, en nuestro corazón!

Ellos me han enseñado a mí que no debemos bajar la guardia ni dejar de luchar, que tenemos que aprender a dejarnos ayudar, aconsejar, y amar… y no abandonarnos a la suerte de aquel maligno espíritu que quiere alejarnos y apartarnos del camino que nos conduce a la verdadera felicidad, la que nos trae Jesucristo, de la mano de nuestra Madre Santísima la Virgen María, por medio de los dones y gracias administrados por la Iglesia, sus ministros, los sacramentos…

Os animo a que si conocéis a alguien que pueda necesitar ayuda, en vuestro entorno cercano, conocido, que os pongáis en contacto conmigo o bien con ellos directamente, para tratar de poner en las manos del Señor esta ayuda que tanto bien podría hacerle y que tanto necesitan. Un proyecto en plena naturaleza, en un paraje tranquilo y aislado, replanteando y reorganizando su vida, y atendido personalmente por su monitor Cristóbal y el padre José Antonio (capellán penitenciario), y desde ya nos unimos a ellos en la oración para que la acción del Espíritu Santo no deje nunca de actuar sobre ellos y puedan encontrar su sitio de nuevo en la sociedad, una sociedad a veces hostil que los rechaza, en la que quieren demostrar cuánto pueden hacer, cuánto pueden ofrecer con su trabajo y sus talentos, y cuánto pueden amar cuando encuentran nuestro abrazo y nuestro cariño.

Podéis contactar con ellos, cuando queráis, en la siguiente dirección:

"RESCATADOS DE MARÍA" Fundación Diocesana

(Antiguo Seminario de los Ángeles)

Apartado de Correos 11

14740 Hornachuelos (Córdoba)

Teléfono: 648 719105

E-mail: rescatadosdemaria@diocesisdecordoba.es

Y si queréis colaborar económicamente con el proyecto podéis hacerlo a través de:

ES09 0237 0210 3091 7305 3384

BIZUM 05556

Un fuerte abrazo, rezamos por ellos, ellos ya nos han incluido a nosotros en sus oraciones y pedimos al Señor y a la Virgen Santísima que recuperen sus vidas, que no dejen de luchar y perseverar y que encuentren en nosotros aquello que por la debilidad de la condición humana, hace tiempo que perdieron: la esperanza, la caridad, el perdón y el amor.

José Miguel, párroco

 

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