La diócesis de Córdoba junto a la Orden de Malta y la Cruz Blanca en Roma

Las personas discapacitadas están acompañadas por familiares, voluntarios de la Cruz Blanca, un sacerdote de la diócesis de Córdoba y miembros de la Orden de Malta

Del 19 al 22 de febrero la Orden de la Cruz de Malta ha peregrinado hasta Roma con un grupo de cordobeses de la Cruz Blanca. Estas personas con problemas físicos o discapacidades intelectuales no sólo están teniendo la oportunidad de visitar Roma, la cuna del cristianismo, sino que han podido ver también al Papa Francisco.

En total, han peregrinado casi una treintena de personas entre los que se encuentra el Padre Patera. Para algunos, ha sido la primera vez que visitaban la ciudad, incluso que viajaban fuera de España. Según el presidente de la asociación de Amigos de los Hermanos de la Cruz Blanca, Miguel Ángel Caracuel, “queríamos hacer algo especial con nuestros chicos. El sueño se ha hecho realidad. Salir de Córdoba, coger un avión y entrar en Roma. Solo mi corazón podrá narrar lo que hemos podido vivir, una experiencia inolvidable y emocionante. Nos ha dicho el Papa Francisco que “Dios nos conceda la gracia de no tener miedo”. Y no hemos tenido miedo, hemos sido capaces de hacer realidad nuestro sueño y el de nuestros chicos”.

Acompañados por un sacerdote diocesano

Se trata de una peregrinación que nació el verano pasado cuando estas personas asistieron a un campamento con voluntarios de la Orden de la Cruz de Malta en Torrox. Y “allí en ese clima nació el deseo de llevarlos hasta el Vaticano para que conocieran al Papa. Para los hermanos de la Cruz Blanca era acercarlos al corazón de la Iglesia”. Así lo explica el sacerdote Pablo Lora, párroco de Almedinilla que acompaña a este grupo de peregrinos.

En nuestra diócesis, la atención que se hace al enfermo, al pobre y al necesitado es primordial. “El enfermo ofrece este sufrimiento a Cristo y a día de hoy el cariño que muestra siempre el Papa Francisco por los enfermos, el cómo los abraza, cómo llega y los anima, quiere trasmitirles el mensaje de que la Iglesia está con ellos y son una parte muy importante de la Iglesia”, indica Pablo Lora.

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