“Hakuna recuerda con la música la belleza del mundo que nos da Dios”

Testimonio de Fernando Zurita, miembro del grupo de jóvenes de Hakuna en Córdoba

¿Dónde y por qué nace el grupo "Hakuna”?

Pues Hakuna comenzó por la fuerza del Espíritu Santo como un grupo de universitarios que fue a la JMJ de Brasil en el 2013. Allí el Papa Francisco animó a todos los jóvenes con la mítica frase ¡"hagan lío"! para que los cristianos no nos quedemos dentro, sino que salgamos fuera, que hagamos lío dentro y fuera de las diócesis, en la calle, que hagamos familia, con la libertad de sentirnos hijos de Dios. Con ese mensaje, un grupo empezó a reunirse en Madrid haciendo charla y adoración a la semana, hasta que poco a poco se hace presente la esperanza y,  dejando hacer por Él las obras,  movidos con la fuerza de Espíritu empezaron a reunirse en otras ciudades. Como el Espíritu Santo sopla cuando y donde quiere, el nacimiento de Hakuna también nace de la necesidad de Dios, de la sed de Dios que tenemos y que despierta en cada uno de nosotros, de buscarle en el prójimo, de dejarnos hacer por Él. Vivimos en una sociedad donde el ruido de la vida a veces nos cierran los oídos y vivimos según nuestros proyectos, nuestra comodidad y no le dejamos que entre y moldee nuestro corazón.

¿Qué origen tiene esa particular forma de expresión a través de la música?

Es su estilo de vida, Hakuna se vive de lo que canta y canta lo que vive, pero también con la música lo que se quiere es recordar lo bello que es el mundo que Dios nos ha dado y ha dejado en nuestras manos, la belleza de la vida que debemos vivirla para mostrar la belleza de Cristo. No sólo es música, vocales y consonantes, sino que en cada canción, en cada palabra, te encuentras con Él.

¿Cómo se transmite a los jóvenes esta opción de vida que significa seguir a Cristo y aprender a arrodillarse ante Él?

Pienso que esa transmisión viene dada por el Espíritu Santo. Es Él mismo, Cristo, el que a través de nosotros, -pues somos meros instrumentos-, da a conocer su Palabra, la fuente de agua viva, de vida que brota y que va penetrando por cada una de las rendijas de nuestra alma y nuestro corazón. El recibimiento de los jóvenes es de alegría pues, es en medio del día a día, con la familia, con los amigos, en sus estudios, en el trabajo, en las fiestas y en la diversión, donde tienen que ese encuentro con Cristo y donde tenemos que llevarlo a conocer. También en esos espacios de diversión se encuentra Él y es donde también tenemos que seguirlo y de hacer ver a nuestros hermanos, a la sociedad, a los jóvenes, de que no hay que tener miedo, que la alegría de llevarlo a todas partes hace que vivamos con la alegría de que querer enamorarse más de Él y de como se dice en Hakuna, que no queramos que se pierda ninguno.

¿En Córdoba, donde pueden encontraros los jóvenes?

En la parroquia de Santa Cecilia, los viernes a las 20:00 de la tarde, allí nos pueden encontrar tanto los jóvenes como los menos jóvenes, universitarios y profesionales matrimonios o en cualquier circunstancia.

¿Qué comparten los jóvenes cuando se reúnen en torno a Nuestra Madre?

Compartimos el amor que tiene un hijo por una madre, pues al sentirnos amados, cuidados y abrazados por ella, por María, cuando tenemos frío, ella nunca nos abandona y nos enseña a través de la humildad, el camino para llegar a Él, a Jesús. Por eso brota de nosotros la alegría de sentirnos también hijos suyos.

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