Dos nuevos diáconos para la Diócesis de Córdoba

Coincidiendo, como cada año, con la solemnidad de la Inmaculada Concepción, se celebrará la ordenación de dos nuevos diáconos, David Arellano Agredano y Néstor Huércano Barroso. La celebración será en la Santa Iglesia Catedral durante una misa solemne presidida por monseñor Demetrio Fernández que dará comienzo a las 11:30 horas. Los nuevos diáconos estarán acompañados de sus familiares, sus formadores y compañeros del seminario y amigos, además de todos aquellos sacerdotes diocesanos que quieran participar en la eucaristía.

Empieza el fin de una etapa y el principio de otra para David Arellano y Néstor Huércano, se acerca su tan ansiada fecha de ordenación. El primer paso, el 8 de diciembre en la Santa Iglesia Catedral, previo al gran día, el 29 de junio de 2019, festividad de San Pedro y San Pablo, cuando ambos serán ordenados presbíteros. David asegura que quería ser sacerdote “desde pequeño” pero le “daba miedo comunicarlo”, por ello, decidió estudiar una carrera aun sabiendo que la vocación lo llamaba a otro lugar. Al terminar sus estudios, decidió entrar en el seminario. Había ido descubriendo que era la voluntad de Dios para él. Néstor, en cambio, tuvo el primer contacto con el seminario mucho antes. Gracias a un familiar conoció el seminario menor en una convivencia vocacional y comenzó a ir todos los fines de semana durante varios años. Se dio cuenta que el seminario era “su sitio”, reconoce que se sentía muy bien allí, era un lugar que le gustaba y estaba a gusto.

Ambos coinciden en que los años de formación y convivencia con el resto de seminaristas han sido muy bonitos y felices. David reconoce que ha aprendido a ser “mejor persona” confiesa que se lo debe todo al seminario y destaca que se ha dado cuenta que ahora tiene “una nueva familia”, la familia del seminario y de la Iglesia. El conocimiento en profundidad de los sacerdotes es uno de los aspectos que destaca Néstor de su paso por el seminario, la convivencia con ellos le ha servido para saber que ese es su camino, su modelo a seguir. La capilla del Seminario, que ha sido su casa en los últimos años, fue el pasado 29 de noviembre testigo de la profesión de fe y juramento de fidelidad a la Iglesia de ambos en un acto presidido por el Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández.

A pocos meses de ser sacerdote Néstor reconoce que “la preparación es estar siempre preparándose” y que le gustaría ser un cura sencillo que viva el día a día con fidelidad y haciendo las cosas lo mejor posible. Los dos reconocen cierto nerviosismo ante su inminente ordenación, David recuerda que “ser sacerdote es algo que he soñado desde pequeño y se va a hacer realidad”.

Juventud y vocación se han unido en ellos y no son ajenos a las necesidades y los anhelos de cada uno. Néstor explica que detecta en los jóvenes el impulso de la búsqueda porque “tienen sed de Dios y tienen una gran inquietud en el corazón”, reconoce, sin embargo, que muchos no han conocido el verdadero rostro de la Iglesia y que es ahí “donde está nuestra misión”. David asegura que “los jóvenes tienen un gran deseo de búsqueda de Dios” y que cada vez son más los que se acercan a la Iglesia por lo que “tenemos que abrirle las puertas y acercarnos a ellos”.

Para el curso que viene la Diócesis contará con dos nuevos presbíteros que ejercerán su ministerio al servicio de la Iglesia. Mientras, quedan meses de preparativos, nervios, defensa de la tesis y sobre todo ilusión e incertidumbre sobre qué pasará a partir de entonces, cuando sean consagrados sacerdotes. Néstor y David son conscientes de lo que les queda por vivir, el primero asegura que ha llegado el momento de “disfrutar del don que Dios nos ha dado: la vocación”.

David Arellano y Néstor Huércano realizaron la Profesión de Fe, la Promesa de Celibato y el Juramento de Fidelidad, dando así el último paso antes de ser ordenados diáconos el próximo 8 de diciembre. El acto se realizó durante una eucaristía presidida por el Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, en la capilla del Seminario Conciliar “San Pelagio”.

Durante la homilía el prelado hizo referencia a la profesión de fe, invitando a estudiar los contenidos de la fe de la Iglesia a lo largo de toda la vida. Referente a la Promesa del Celibato aseguró  que se trata de un “don que nos regala Dios”, es una actitud del sacerdote como respuesta a Dios. Por último, en relación al Juramento de Fidelidad, destacó que es vivir como lo hizo Cristo, obedeciendo a la voluntad del Padre.

David Arellano Agredano nació el 19 de junio de 1991 en Ojuelos Altos, Córdoba, estudió Magisterio en Educación Primaria y al terminarlo entró en el Seminario Conciliar “San Pelagio” en septiembre de 2012. Confiesa que ha “soñado desde pequeño con ser sacerdote” pero que le daba “miedo”. A punto de finalizar sus estudios en el Seminario asegura que su sueño se va a cumplir pero no puede disimular que está “nervioso”.

Néstor Huércano Barroso nació el 10 de febrero de 1992 en Sevilla, entró en el Seminario Menor Diocesano “San Pelagio” en septiembre de 2005 y en el Seminario Conciliar “San Pelagio” en septiembre de 2011. Relata cómo de pequeño “jugaba con imágenes y estampas de la Virgen”, tiene en su catequista de comunión un referente de sus primeros pasos en la fe. A pesar de ser sevillano de nacimiento, asegura que su Diócesis es Córdoba, en ella comenzó sus estudios en el Seminario Menor, ya que en Sevilla no había, y terminada aquella primera etapa decidió continuar su formación aquí en el Seminario Mayor.

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