Al trasluz: “Misión diocesana en Hinojosa”
El sacerdote y periodista Antonio Gil profundiza en la imagen del Santo Cristo de las Injurias, de Castillo Lastrucci
A lo largo de este semana se ha celebrado en Hinojosa del Duque el solemne Quinario al Santo Cristo de las Injurias, cuyas Eucaristías he tenido el honor de presidir. Ha sido también este año, el pórtico para la Misión Diocesana que comienza con el “envío misionero”, el domingo 17 de septiembre, presidido por el Obispo de la Diócesis, monseñor Demetrio Fernández, en la Ermita del Santo Cristo, con la participación de movimientos y voluntarios.
Los días del Quinario han estado empapados de una intensa devoción a la imagen de Castillo Lastrucci, que fue entronizada en septiembre de 1940, gozando siempre de un atractivo y de una peculiar religiosidad popular, plasmada en las constantes visitas de los hinojoseños hasta esta Ermita, donde son recibidos con una de las frases que fueron colocadas en los arcos de la aquella primera procesión, reproducida en la pared de la entrada: “Aquí escucharé tus plegaria”. Desde el primer momento, los fieles se sienten “recibidos y acogidos por Jesucristo”, como Salvador, Maestro y Amigo, los tres destellos que quise ofrecer el primer día de los cultos.
El argumento central del “culto religioso” a esta imagen del Santo Cristo, se centra en la palabra: “Encuentro”. Encuentro de Dios con su pueblo y encuentro de cada uno de nosotros con Cristo, recordando las hermosas palabras del papa Francisco, en su Carta Apostólica, “Desiderio desideravi”, sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios: “La fe cristiana o es un encuentro vivo con Cristo, o no es”. Hinojosa del Duque vive así la fiesta de la “Exaltación de la Santa Cruz”, mirando al Crucificado, que asumió el dolor del mundo con un amor capaz de transformarlo en fuente de vida y de salvación.