X CONGRESO TRINITARIO DE GRANADA

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X CONGRESO TRINITARIO DE GRANADA

TRINIDAD, COMUNIÓN Y UNIDAD

El Ecumenismo que viene

Juan Pablo García Maestro, OSST

En los días del 24 al 26 de noviembre de 2016, la Orden Trinitaria ha celebrado el X Congreso Internacional en la Facultad de Teología de Granada. Esta vez el tema elegido ha sido Trinidad, Comunión y Unidad. El ecumenismo que viene. El programa ha girado en torno a seis ponencias de gran calado teológico y dos mesas redondas centradas en el ecumenismo de la sangre y en las aportaciones de los movimientos eclesiales al ecumenismo.

En las ponencias han intervenido los teólogos Gonzalo Zarazaga, Santiago Madrigal, Diego Molina, Alfredo Abad, Eloy Bueno de la Fuente y Juan Pablo García Maestro. A lo largo de los tres días han asistido alrededor de 150 personas, en su mayoría miembros de la Familia Trinitaria, profesores y alumnos de la Facultad de Teología de Granada y personas interesadas en el ecumenismo. Algunos de los participantes eran delegados de ecumenismo de algunas diócesis de España.

La primera ponencia corrió a cargo del teólogo jesuita argentino Gonzalo Zarazaga, que de una forma magistral demostró cómo el siglo XX fue testigo de una profunda renovación de la teología trinitaria. Los más importantes teólogos de las distintas iglesias cristianas (Hans Urs von Balthasar, K. Rahner, K. Barth, W. Pannenberg y otros) hicieron sus aportes a esta corriente de renovación. De forma crítica analizó las propuestas realizadas por los más importantes teólogos de la ecúmene, para tratar de comprender las motivaciones y fundamentos culturales que alentaron la búsqueda común, y a su vez propuso las líneas de una teología trinitaria ecuménica, que, en diálogo con la actual comprensión científica de la realidad, puede interpretar los signos de los tiempos mostrándose más cercanos a la sensibilidad y los valores del mundo contemporáneo.

El profesor Santiago Madrigal de la Facultad de Teología Comillas de Madrid se centró en la eclesiología en perspectiva ecuménica, en la que destacó que el misterio de la Iglesia no se explica más que a la luz de la Trinidad. En cuanto a la recepción de la eclesiología trinitaria en los diálogos ecuménicos, los cristianos creen y confiesan con el Credo que existe un vínculo indisoluble entre la obra de Dios en Jesucristo por el Espíritu Santo y la realidad de la Iglesia. Este es el testimonio de las Escrituras. El origen de la Iglesia está arraigado en el plan de Dios Trino para la salvación de la humanidad.

La mesa redonda celebrada el 24 de noviembre por la tarde fue moderada por el profesor José Luis Sánchez Nogales, de la Facultad de Teología de Granada, gran especialista en el Islam. En ella hablaron Hanna Masadd, el P. Antonio Aurelio Fernández y Jaume Vives y Vives.

Destacamos de esta mesa el testimonio de la joven Hanna Masadd procedente de Damasco (Siria). Afirmó que los radicales del Estado Islámico nos están eliminando. Antes de 2011, musulmanes y cristianos hablábamos la misma lengua aramea de Jesucristo. Había buenas relaciones fraternas entre cristianos y musulmanes. Pero el Estado Islámico nos ha enfrentado y dividido y las traiciones y torturas a cristianos están a la orden del día.

El religioso trinitario Antonio Aurelio Fernández, presidente de Solidaridad Internacional Trinitaria (SIT), habló del compromiso actual de la Orden Trinitaria en favor de los cristianos perseguidos. Este compromiso se remonta a los orígenes de la Orden (siglos XII y XIII) y que hoy como ayer se hace desde la gratuidad y de estar no solo al lado del que es perseguido sino pagar incluso el precio del martirio.
Finalmente el joven periodista Jaume Vives y Vives, con una larga experiencia en países de Oriente Medio, afirmó que el mayor desafío que nos viene de los cristianos perseguidos en países como Siria, Irak etc.. es la identidad como cristianos y sabernos de verdad seguidores de Cristo en medio de las persecuciones.

El testimonio de los cristianos de Oriente lo completó el obispo de Alepo y presidente de Caritas de Siria, Mons. Antoine Audo, dijo que los medios no hablan de los dos millones de serios en Alepo que diariamente son bombardeados en sus escuelas y hospitales por el Estado Islámico. Antes de la guerra, en Alepo había 160.000 cristianos. Hoy solo quedan 30.000. Monseñor Audo concluía su ponencia con unas palabras del Papa Francisco, en la que destacaba la importancia del ecumenismo del sufrimiento y del martirio: “El ecumenismo de la sangre es un fuerte reclamo a caminar por la senda de la reconciliación entre las Iglesias, con decisión y confiado abandono en la acción del Espíritu. Sentimos el deber de recorrer este camino de fraternidad también por la deuda de gratitud que tenemos hacia los sufrimientos de tantos hermanos nuestros, hecha salvífica porque está unida a la pasión de Cristo”.

La segunda mesa redonda celebrada el viernes 25 de noviembre, nos ayudó a esclarecer las aportaciones de los nuevos movimientos eclesiales al Ecumenismo. Intervinieron en ella: Manuel González Muñana, José Miguel de Haro y Blas Gordo. Esta mesa fue moderada de una manera ágil y amena por el profesor Pepe Hernández, de la Facultad de Teología de Granada.

El sacerdote de la diócesis de Córdoba, y delegado de ecumenismo en esa diócesis andaluza, Manuel González Muñana, citando al Cardenal Walter Kasper afirmó que la aportación de los movimientos eclesiales al ecumenismo, es recordarnos que el ecumenismo no es solo cuestión reservada a la jerarquía, sino de todos los cristianos. También han aportado de manera específica una atmósfera, un clima de gran profundidad espiritual, en el que crece el conocimiento y el respeto recíproco entre los hermanos. Además, en medio de una sociedad secularizada como la nuestra, es importante el testimonio de comunión que ofrecen los movimientos en los diferentes contextos sociales en los que se hacen presentes, así como en las cuestiones de orden ético que interpelan al hombre de hoy.

El religioso redentorista, José Miguel de Haro, gran conocedor del fundador de la Comunidad Ecuménica de Taizé, Roger Schütz, destacó que una de las aportaciones de Roger de Taizé al ecumenismo ha sido mostrar que la reconciliación entre los cristianos es posible. Ya no podemos buscar excusas para no reconciliarnos. Quedarán muchas cuestiones teológicas, pero ya podemos anticipar una reconciliación. El hermano Roger dijo que había reconciliado la fe de sus orígenes con la fe de la Iglesia católica sin romper con nadie. Y la Comunidad de Taizé continuará también hoy por ese camino.

El sacerdote Blas Gordo, de la diócesis de Granada, con una larga experiencia en el Movimiento de los Focolares, fundado por la italiana Chiara Lubich, destacó que el movimiento de los Focolares se caracteriza por una espiritualidad de comunión o espiritualidad de la unidad, porque quien la vive crea relaciones de unidad con Cristo. Es un movimiento en el que participan miembros de más de 350 iglesias diferentes y también de otras religiones.

El congreso concluyó el 26 de noviembre con una ponencia pronunciada por el religioso trinitario Juan Pablo García Maestro, profesor de la Facultad de Teología de Salamanca y del Instituto Superior de Pastoral de Madrid, que dio sentido al subtítulo de las jornadas, es decir, El Ecumenismo que viene. En ella destacó la responsabilidad que tiene la Orden Trinitaria, como el resto de los cristianos en el compromiso por la unidad de las iglesias. Esta responsabilidad hunde sus raíces en el Dios en quien creemos, el Dios Trinidad, que es comunión, pluralidad y a la vez unidad. Tiene su fundamento cristológico en la persona de Jesús de Nazaret que antes de su muerte oró al Padre para que fuésemos uno, para que el mundo crea (cfr. Jn 17, 21). El ecumenismo nace solamente, en donde nos encontramos bajo la cruz de Cristo y nos descubrimos en ambas partes como hermanos bajo la cruz, como hambrientos en nuestra propia pobreza y como prisioneros en nuestro común pecado. Debajo de la cruz no nos veremos clasificados como protestantes, católicos u ortodoxos. Allí serán salvados los sin Dios, perdonados los enemigos, liberados los prisioneros, enriquecidos los pobres y cobrará esperanza los infelices (J. Moltmann).

Como siempre, nos sentimos en la obligación de expresar públicamente el agradecimiento de la Orden Trinitaria y de la Provincia Trinitaria de España Sur, a cuantos hicieron posible este X Congreso: a la Comisión preparatoria, Ignacio Rojas, Aurelio Gil, Antonio Torres, Manuel Canovas y al coordinador Juan Pablo García Maestro. A los ponentes y participantes de las mesas redondas; a los moderadores de las mesas, a los que con creatividad prepararon las oraciones al inicio de cada jornada y al cantautor Migueli que, en su concierto lleno de buen humor, supo crear un ambiente de comunión y de unidad.
Finalmente, nuestro agradecimiento a la Facultad de Teología de Granada, especialmente a su actual Rector, el profesor Diego Molina, a todos los profesores y alumnos.

 

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