Inicio > Diócesis > Historia > Episcopologio

Episcopologio

Episcopologio

El Episcopologio de la Diócesis de Córdoba se compone de:

1. Osio (295-357)

Osio (295-357)

Considerado por Constantino como la figura cristiana más eminente de su época, fue víctima de la persecución de Diocleciano. Hacia el 300 asiste al concilio de Elvira. La literatura cristiana lo saluda con el sobrenombre de confesor de la fe. No es inverosímil el influjo de Osio en el edicto de Milán. Con la aparición del arrianismo, la vida de Osio se identifica con la ortodoxia frente a la herejía. Para resolver la contienda arriana fue enviado por Constantino hacia el 324 a Alejandría, donde conoció a Atanasio. Osio redactó sustancialmente el Símbolo Niceno. Preparó con San Atanasio el concilio de Sárdica, celebrado el 343, en el que actuó como presidente. En 355 lo encontramos en Milán, donde el emperador Constancio le propone la condena de San Atanasio. Logra que Constancio desista de sus propósitos. En 356 está en Sirmio donde padeció sufrimientos y violencias. Los escritores contemporáneos afirman que dio su consentimiento a la fórmula del sínodo arriano, basados en fuentes exclusivamente arrianas. San Agustín escribió que no estaba demostrado que el obispo de Córdoba aceptase la segunda fórmula de Sirmio. Murió probablemente en Oriente en 357, «anatematizando la herejía arriana y exhortando a que nadie la recibiera». Los griegos celebran la fiesta de Osio el 27 de agosto.

2. Higinio (358-387)

Higinio (358-387)

Jugó un papel ambivalente en la historia del priscilianismo. Al llegar a la Bética este movimiento, consultó al obispo Hidacio de Mérida, mucho más preocupado que él. Colaboró en el hostigamiento de los luciferinos partidarios de Gregorio de Elvira. No asistió al concilio de Zaragoza del 380. Según Sulpicio Severo se le amonestó de manera oficial por su resistencia a excomulgar a los priscilianistas. Hidacio de Mérida le acusó formalmente de herejía junto con los seguidores de Prisciliano. Por testimonios de San Ambrosio sabemos que en 384-385 se hallaba en Tréveris donde fue juzgado por el emperador Máximo. Añade San Ambrosio que le entristeció ver al anciano obispo Higinio enviado con gran rudeza al exilio sin un cojín ni un abrigo cuando estaba a punto de dar el último suspiro.

3. Gregorio (388)

Gregorio (388)

Fue alabado por Teodosio con motivo de haber introducido la conmemoración de los mártires de la Iglesia local, según Valafrido Estrabón, quien se apoyó para ello en un documento apócrifo, el prefacio del Jeronimiano.

4. Isidoro (comienzos del siglo V)

Isidoro (comienzos del siglo V)

Según Sisiberto, remitió a Orosio los cuatro libros que había escrito de comentarios a los libros de los Reyes.

5. Esteban (504)

Esteban (504)

Asistió al concilio Romano de 504 convocado por el papa Símaco.

6. Lampadio (+ 549)

Lampadio (+ 549)

Fue sepultado en el antiguo palacio de Maximiniano, convertido en basílica de San Acisclo.

7. Agapio (ante 589-c. 591)

Agapio (ante 589-c. 591)

Asistió al III concilio de Toledo en el que se condenó la herejía arriana en España, y subscribió sus actas. En el II concilio de Sevilla de 619 se le recordará por haber delegado frecuentemente en presbíteros para que, ausente el obispo, levantaran altares y consagraran iglesias. Este concilio le recrimina su ignorancia de la disciplina eclesiástica, fundada en el hecho de haber sido elegido directamente desde la vida militar al oficio episcopal.

8. Eleuterio (591 -post 597)

Eleuterio (591 -post 597)

Asistió al concilio de Toledo de este último año en el que se reiteró el celibato de los obispos, presbíteros y diáconos, y se ordenó un censo de los templos de cada diócesis y de sus bienes.

9. Agapio (614-618)

Agapio (614-618)

La leyenda le atribuye el hallazgo de los restos de San Zoilo en tiempos del rey Sisebuto. Sus reliquias fueron colocadas en la basílica de San Félix.

10. Honorio (ante 619-ante 633)

Honorio (ante 619-ante 633)

En el concilio II de Sevilla de 619 mantuvo un litigio, solucionado por los Padres, con Fulgencio, obispo de Écija, por la pertenencia de cierta iglesia situada entre la Celticense y la Reginense.

11. Leudefredo (c.630-646)

Leudefredo (c.630-646)

Estuvo presente en el IV concilio de Toledo (633), en el VI (638), y representado en el VII (646) por el arcipreste Valentiniano. Mantuvo correspondencia epistolar con San Isidoro sobre los grados y oficios eclesiásticos.

12. Fósforo (653)

Fósforo (653)

Asistió con cincuenta y un obispos más al concilio VIII de Toledo, convocado en tiempos del rey Recesvinto.

13. Múmulo (ante 683-post 688)

Múmulo (ante 683-post 688)

Se halló presente en los concilios XII y XV de Toledo. En el primero, entre otros asuntos de disciplina eclesiástica, se condenó el divorcio. En el segundo, de carácter teológico, se dirimió la cuestión sobre la existencia de tres sustancias en Cristo.

14. Zaqueo (c. 690)

Zaqueo (c. 690)

Asistió al concilio XVI de Toledo del año 693 donde entró en relación con el rey Egica. En él los obispos lamentan los males que aquejan a la nación, el estado de ruina en que se encuentran muchos templos rurales y el consiguiente abandono del culto.

15. Félix (ante 764)

Félix (ante 764)

Autor de una carta redactada antes del año 764.

16. Leo [...]. ¿León, Leoncio, Leovigildo? (- post 764)

Leo [...]. ¿León, Leoncio, Leovigildo? (- post 764)

Consta en una inscripción del Museo de la alcazaba de Málaga.

17. Recafredo (c.839)

Recafredo (c.839)

Durante su pontificado se celebró el concilio de Córdoba del año 839 que condenó la herejía de los acéfalos o casianos, mezcla de errores migecianos, maniqueos y priscilianistas. Aparece mencionado por Álvaro de Córdoba con tintes muy negativos. Abd al-Rahman II se valió de él para que los cristianos cordobeses no se presentaran ante los jueces para confesar su fe. Álvaro le acusa de ser un dócil instrumento del emir y de usar como argumento la cimitarra contra el pueblo de Dios. Pasó a ocupar la sede metropolitana de Sevilla antes del año 851.

18. Saúl (c.850-862)

Saúl (c.850-862)

Fue perseguido por su antecesor por defender las tesis martiriales. En 852 se celebró otro concilio en Córdoba en el que se puso de manifiesto el enfrentamiento entre el metropolitano hispalense y el obispo Saúl, que defendía la causa de San Eulogio. El concilio no resolvió nada porque los martirios continuaron en años posteriores.

19. Valente (862-875)

Valente (862-875)

El abad Sansón lo califica de varón lleno de fe, adornado de pureza, dado a la abstinencia, fundado en la humildad, ferviente en la caridad y amigo de la rectitud y la justicia. Servando, conde de los mozárabes cordobeses, logró su deposición.

20. Esteban (864)

Esteban (864)

Fue consagrado por el arzobispo Recafredo. El clero de Córdoba se abstuvo de asistir a su consagración, pero sus puestos fueron ocupados por judíos y musulmanes. Se le califica como obispo intruso nombrado por los renegados.

21. Anónimo (931)

Anónimo (931)

Obispo de nombre desconocido que en 931 enterró el cuerpo de santa Argéntea.

22. Juan (955)

23. Isá ibn Mansur (962)

Isá ibn Mansur (962)

Se le cita en las fuentes musulmanas al narrar la recepción que Al-Hakan II celebró en honor del rey Ordoño de León, expulsado de su reino por el conde de Castilla Fernán González.

24. Juan (988)

Juan (988)

De él refiere J. Gómez Bravo que recibió de Servando, clérigo hispalense, una Biblia, que hoy se conserva en la catedral de Toledo.

25. Lope de Fitero (1238-1245)

Lope de Fitero (1238-1245)

Natural de Hitero de Río Pisuerga (Palencia). En 1236 colocó la cruz en el alminar de la antigua mezquita. Asistió a la dedicación de la nueva catedral. Maestro en Derecho Canónico, formaba parte de la cancillería real. Fue consagrado por don Rodrigo Jiménez de Rada en la catedral cordobesa. Fue buen administrador del patrimonio diocesano y logró de Fernando III que la Iglesia cordobesa tuviera su lugar en el Fuero de la ciudad de 1241. Con ello integró la disciplina eclesiástica del IV concilio de Letrán. De su pontificado arranca la organización parroquial de la capital. Falleció el 10 de junio de 1245.

26. Gutierre Ruiz (1245-1249)

Gutierre Ruiz (1245-1249)

Elegido por el cabildo catedralicio, fue consagrado por Inocencio IV en Lyón en marzo de 1246. Dividió la mesa común en pontifical y capitular y fijó en veinte el número de canónigos. Creó los arcedianatos de la Villa, de Castro y de Pedroche como estructura pastoral y administrativa de la diócesis. Consagró las catedrales de Jaén y Sevilla. En 1249 pasó a ser arzobispo de Toledo.

27. Pedro Yáñez (1249-1251)

Pedro Yáñez (1249-1251)

Al momento de su elección era capellán pontificio y camarlengo del cardenal Gil Torres. Fue consagrado en Lyón. Inocencio IV le autorizó a gobernar la diócesis por procurador. Interviene en la organización de las rentas decimales del obispado. Fue trasladado a la diócesis de Oviedo.

28. Lope Pérez (1252-1257)

Lope Pérez (1252-1257)

Elegido por el cabildo, en viaje a Perusa, entró en contacto con Santa Clara. De allí nació el propósito de fundar el primer monasterio de clarisas en Córdoba. Murió sin llegar a ser consagrado.

29. Fernando de Mesa (1257-1274)

Fernando de Mesa (1257-1274)

Capellán de Alfonso X, fue elegido por el cabildo catedralicio. La ordenación del territorio diocesano constituyó una de las metas principales de su pontificado. Delimitó personalmente las feligresías de las parroquias del arcedianato de Castro y las de Pedroche.

30. Pascual (1274-1293)

Pascual (1274-1293)

Maestreescuela de Córdoba, fue también elegido por el cabildo como obispo de su sede. Intentó recuperar para el obispado la ciudad de Écija. Durante su pontificado entraron en litigio los arzobispos de Toledo y Sevilla sobre sus derechos metropolitanos respecto a Córdoba.

31. Gil Domínguez (1294-1299)

Gil Domínguez (1294-1299)

Estaba estudiando en Bolonia cuando fue elegido por el cabildo como obispo. Su pontificado ofrece uno de los momentos estelares de la devoción de la ciudad a los Santos Acisclo y Victoria.

32. Fernando Gutiérrez (1300-1325)

Fernando Gutiérrez (1300-1325)

Por reserva de la Santa Sede, fue elegido por Bonifacio VIII. Ocupaba entonces la dignidad de arcediano de Baeza en la catedral de Jaén. Culmina el período de restauración de la diócesis al delimitar las feligresías de Alcolea y Santa Eufemia, gozó de un gran prestigio ante la Santa Sede y ante la corte castellana. Fue trasladado a Cuenca donde murió.

33. Gutierre Ruiz (1326-1336)

Gutierre Ruiz (1326-1336)

Obispo de Jaén en 1317 y de Idanna (Portugal) desde 1322, fue trasladado a la sede cordobesa por Juan XXII en 1326. Antes había sido deán de la catedral de Córdoba.

34. Juan Pérez (1336-1346)

Juan Pérez (1336-1346)

Era canónigo de Córdoba cuando fue elegido por el cabildo como obispo. Con el juicio adverso del cabildo permutó la villa y castillo de Lucena con doña Leonor de Guzmán.

35. Fernando Núñez de Cabrera (1346-1350)

Fernando Núñez de Cabrera (1346-1350)

Era arcediano de Córdoba cuando fue elegido por el cabildo como obispo. Clemente VI le otorgó la provisión del obispado. Falleció víctima de la peste negra.

36. Martín Ximénez de Argote (1350-1362)

Martín Ximénez de Argote (1350-1362)

Arcediano de Campos (Palencia) y racionero de Córdoba, fue nombrado obispo por Clemente VI. Participó en la revuelta de la ciudad contra Pedro I en defensa de la reina doña Blanca.

37. Andrés Pérez (1363-1372)

Andrés Pérez (1363-1372)

Deán de Sevilla, fue nombrado obispo de Córdoba por Urbano V. Se adhirió a la causa de Enrique II contra Pedro I, que poco después cercaba inútilmente a la ciudad con la colaboración de Muhammad V de Granada.

38. Alfonso de Vargas (1373-1379)

Alfonso de Vargas (1373-1379)

Auxiliar de Toledo y obispo de Ávila, fue promovido a la sede cordobesa por Gregorio XI. Participó activamente en la ordenación del culto y del patrimonio catedralicio.

39. Juan Fernández Pantoja (1379-1397)

Juan Fernández Pantoja (1379-1397)

Elegido por el cabildo, no sería confirmado hasta la prestación de obediencia a Clemente VII, papa de Avignon. Su pontificado coincide con el comienzo del Cisma de Occidente.

40. Menendo (1379-1393)

Menendo (1379-1393)

De la orden de Menores. Elegido por Urbano VI, papa de Roma durante el Cisma, fue a la vez nombrado legado pontificio para asuntos del Cisma en Castilla y Aragón. No llegó a residir en su obispado al ser apresado por Pedro de Luna en su camino a Castilla. En 1391 fue nombrado altarista de la basílica de San Pedro. Dos años después se le designa para la diócesis de Bayona (Francia).

41. Fernando González Deza (1398-1426)

Fernando González Deza (1398-1426)

Maestreescuela de la catedral cordobesa, fue nombrado obispo por Benedicto XIII. Colaboró eficazmente en la fundación del monasterio de San Jerónimo de Valparaíso. Fue consagrado en la capilla de los Reyes de la catedral de Sevilla.

42. Gonzalo Venegas (1426-1439)

Gonzalo Venegas (1426-1439)

Arcediano de Córdoba, fue elegido obispo por Martín V. Durante su pontificado, San Álvaro de Córdoba fue nombrado superior mayor de la reforma de la orden de Predicadores. En 1431, con la toma de Iznájar, concluye la reconquista del reino y del obispado de Córdoba.

43. Sancho de Rojas (1440-1454)

Sancho de Rojas (1440-1454)

Obispo de Astorga, fue promovido al de Córdoba por Eugenio IV. Estableció nuevas normas sobre el arrendamiento de rentas decimales. Autoriza la fundación del monasterio de Madre de Dios. Durante su pontificado arrancan las primeras noticias sobre la devoción a Nuestra Señora de la Fuensanta.

44. Gonzalo de Illescas (1454-1464)

Gonzalo de Illescas (1454-1464)

De la orden de San Jerónimo. De su pontificado data la fundación del monasterio de Santa Marta. Legó su biblioteca al de San Jerónimo del Valparaíso.

45. Pedro de Córdoba y Solier (1464-1476)

Pedro de Córdoba y Solier (1464-1476)

Último obispo elegido por el cabildo. Era arcediano de Castro y subdiácono al momento de su elección. Bendijo la iglesia de Nuestra Señora de la Fuensanta. Durante la guerra civil, don Alfonso de Aguilar le forzó a exiliarse de la ciudad.

46. Alonso de Burgos (1477-1483)

Alonso de Burgos (1477-1483))

De la orden de Predicadores. Es el primer obispo propuesto por los Reyes Católicos para la sede cordobesa. Trasladado a la diócesis de Cuenca por Sixto IV.

47. Tello de Buendía (1483-1484)

Alonso de Burgos (1477-1483)

Arcediano de Toledo y diácono al ser nombrado obispo por Sixto IV. Representa el ideal de reforma del episcopado castellano propuesto por los Reyes Católicos.

48. Luis de Velasco (1484)

Luis de Velasco (1484)

Electo para la sede de León, fue trasladado a Córdoba. Falleció el mismo año de su nombramiento.

49. Iñigo Manrique (1485-1496)

Iñigo Manrique (1485-1496)

Obispo de León, fue nombrado para la sede cordobesa por Inocencio VIII. Hizo la visita ad limina por procurador. Celebró sínodo diocesano y redactó unas Constituciones del obispado.

50. Francisco Sánchez de la Fuente (1496-1498)

Francisco Sánchez de la Fuente (1496-1498)

Obispo de Ávila, fue trasladado a la diócesis de Córdoba por Alejandro VI.

51. Juan Rodríguez Fonseca (1499-1504)

Juan Rodríguez Fonseca (1499-1504)

Obispo primero de Badajoz, fue trasladado al obispado de Córdoba por Alejandro VI. Inició la confección de la gran colección de libros corales de la catedral.

52. Juan Daza (1504-1510)

Juan Daza (1504-1510)

Por traslado de su predecesor a la sede de Palencia, fue promovido a la de Córdoba desde su obispado de Cartagena. Durante su pontificado, Julio III aprueba la creación del arcedianato de Palma.

53. Martín Fernández de Angulo (1510-1516)

Martín Fernández de Angulo (1510-1516)

Fue anteriormente obispo de Cartagena. En 1511 realiza la visita ad limina por procurador. Legó a la biblioteca catedralicia su rica colección de incunables.

54. Alonso Manrique (1516-1523)

Alonso Manrique (1516-1523)

Trasladado a Córdoba desde el obispado de Badajoz, impuso al cabildo de la catedral y al concejo de la ciudad la construcción del crucero de la catedral.

55. Juan Álvarez de Toledo (1523-1537)

Juan Álvarez de Toledo (1523-1537)

De la orden de Predicadores. Durante su pontificado comienzan a instituirse las cofradías del Santísimo Sacramento en todas las parroquias como respuesta popular a la Reforma Protestante.

56. Pedro Fernández Manrique (1537-1540)

Pedro Fernández Manrique (1537-1540)

Promovido a la de Córdoba desde la diócesis de Ciudad Rodrigo, sería finalmente nombrado cardenal por Paulo III en 1540. Aprueba los estatutos de las primeras cofradías de Semana Santa.

57. Leopoldo de Austria (1541-1557)

Leopoldo de Austria (1541-1557)

En 1542 realizó la visita ad limina por procurador. Con la colaboración de San Juan de Ávila y de sus discípulos organizó la vida pastoral en las aldeas de Fuente Obejuna.

58. Diego de Alava (1558-1562)

Diego de Alava (1558-1562)

Pasó a Córdoba desde el obispado de Ávila. Asistió al concilio de Trento.

59. Cristóbal de Rojas y Sandoval (1562-1571)

Cristóbal de Rojas y Sandoval (1562-1571)

Fue antes obispo de Badajoz, desde donde fue promovido a Córdoba. Celebró sínodos diocesanos para aplicar los decretos tridentinos.

60. Bernardo de Fresneda (1571-1577)

Bernardo de Fresneda (1571-1577)

Fue antes obispo de Cuenca. En su tiempo fueron descubiertas las reliquias de los Santos Mártires en la parroquia de San Pedro de Córdoba.

61. Martín de Córdoba y Mendoza (1578-1582)

Martín de Córdoba y Mendoza (1578-1582)

De la orden de Predicadores. Impulsó en todas las parroquias de la diócesis la devoción al Santo Rosario. Antes había ocupado la sede de Plasencia.

62. Antonio Mauricio de Pazos y Figueroa (1582-1586)

Antonio Mauricio de Pazos y Figueroa (1582-1586)

Fundó el Seminario de San Pelagio, siguiendo las directrices del concilio de Trento.

63. Francisco Pacheco (1587-1590)

Francisco Pacheco (1587-1590)

Fue primero obispo de Málaga. De su pontificado se conserva el texto más antiguo de una visita ad limina. Cumplió fielmente los preceptos conciliares sobre las Visitas de los Obispados.

64. Fernando de la Vega y Fonseca (1591)

Fernando de la Vega y Fonseca (1591)

Nombrado obispo el 20 de Marzo, falleció cinco meses después el 3 de septiembre.

65. Pedro Portocarrero (1594-1597)

Pedro Portocarrero (1594-1597)

Trasladado desde la sede de Calahorra y La Calzada por muerte de su antecesor, hizo donación de la ermita de Nuestra Señora de Villaviciosa a la orden de Predicadores, hecho al se opusieron el cabildo catedralicio y el concejo de la ciudad. Pasó después al obispado de Cuenca.

66. Francisco Reinoso Baeza (1597-1601)

Francisco Reinoso Baeza (1597-1601)

Impulsó decididamente la conclusión del crucero de la catedral y consolidó la fundación del Seminario.

67. Pablo de Laguna (1603-1606)

Pablo de Laguna (1603-1606)

Con anterioridad fue arcediano de la catedral de Segovia y presidente del Consejo de Indias.

68. Diego de Mardones (1607-1624)

Diego de Mardones (1607-1624)

De la orden de Predicadores y maestro en Teología. De su iniciativa, y con la colaboración del hermano Alonso Matías SJ, es la construcción del Palacio Episcopal.

69. Cristóbal de Lobera y Porres (1625-1631)

Cristóbal de Lobera y Porres (1625-1631)

Fue antes obispo de Pamplona. Le-gó a la catedral la gran lámpara de plata del crucero. Pasó después a la sede de Plasencia.

70. Jerónimo Ruiz Camargo (1632-1633)

Jerónimo Ruiz Camargo (1632-1633)

Pasó a Córdoba desde el obispado de Coria. Su corto pontificado dejó escasa huella en la vida diocesana.

71. Domingo Pimentel (1633-1649)

Domingo Pimentel (1633-1649)

De la orden de Predicadores. Vino a Córdoba desde la sede de Osma. Actuó como comisario de Felipe IV ante Urbano VIII contra el nuncio, que defendía ser a la vez embajador del Papa y su legado, revestido de la delegación de la autoridad apostólica. Trasladado a la de Sevilla, fue creado cardenal en 1652.

72. Pedro de Tapia (1649-1652)

Pedro de Tapia (1649-1652)

De la orden de Predicadores. Colaboró de manera decisiva a paliar la grave carestía que provoca en 1652 el motín del hambre. Antes había sido obispo de Sigüenza y, desde Córdoba, pasó al arzobispado de Sevilla.

73. Juan Francisco Pacheco (1652-1653)

Juan Francisco Pacheco (1652-1653)

Nació en Roma mientras su padre ejercía de embajador ante la Santa Sede. Era deán de la catedral de Jaén cuando fue nombrado obispo de Córdoba. Tras su corto pontificado fue trasladado a la sede de Cuenca.

74. Antonio de Valdés Herrera (1654-1657)

Antonio de Valdés Herrera (1654-1657)

Era obispo de Osma cuando fue trasladado a Córdoba. Autorizó la fundación del convento de San Rafael de Madres Capuchinas de Córdoba.

75. Francisco Alarcón y Covarrubias (1657-1675)

Francisco Alarcón y Covarrubias (1657-1675)

Fue trasladado a Córdoba desde el obispado de Pamplona. En 1662 celebró un sínodo diocesano, último de la serie de nuestro obispado.

76. Alonso de Salizanes (1675-1685)

Alonso de Salizanes (1675-1685)

De la orden de Menores. Pasó a Córdoba desde el obispado de Oviedo. Desplegó una intensa actividad en favor de los pobres y levantó la capilla de la Purísima en la Catedral.

77. Pedro de Salazar (1686-1706)

Pedro de Salazar (1686-1706)

De la orden de la Merced, fue primero obispo de Salamanca y nombrado cardenal días antes de su traslado a Córdoba.

78. Juan de Bonilla (1707-1712)

Juan de Bonilla (1707-1712)

De la orden de la Santísima Trinidad, fue primero obispo de Almería. Durante la guerra de Sucesión apoyó la causa de Felipe V.

79. Francisco de Solís (1714-1716)

Francisco de Solís (1714-1716)

De la orden de la Merced, fue designado en primer lugar para la diócesis de Lérida, de donde pasó a Córdoba. «Artibus instructus, multum sermone disertus, nobilitate clarus religione pius», dice su epitafio.

80. Marcelino de Siurí (1717-1731)

Marcelino de Siurí (1717-1731)

Designado antes obispo de Orense pasó a Córdoba donde estableció como obligatoria la práctica de diez días de Ejercicios Espirituales para los candidatos a las órdenes sagradas. Escribió tratados de teología.

81. Tomás Rato y Otonelli (1731-1738)

Tomás Rato y Otonelli (1731-1738)

Nació en Génova, aunque, desde niño, residió en Valencia. Doctor en Derecho Canónico por la Universidad de Valencia, fue consagrado en Roma por el cardenal Belluga. Se le concedió facultad de ausentarse de Córdoba durante un trienio para residir en Roma donde se ocupa de los asuntos de la corona española.

82. Pedro de Salazar y Góngora (1738-1742)

Pedro de Salazar y Góngora (1738-1742)

Era Vicario Capitular, provisor y vicario general de Córdoba cuando fue nombrado para esta sede. Sus atenciones se centraron, sobre todo, en el Seminario al que dotó ampliamente y le dio nuevas constituciones por las que se rigió este centro hasta mediados del siglo XIX.

83. Miguel Vicente Cebrián y Augustín (1742-1752)

Miguel Vicente Cebrián y Augustín (1742-1752)

Pasó a la sede cordobesa desde el obispado de Coria. Mandó construir la capilla y gran escalera del Palacio Episcopal. Regaló su rica colección de tapices al obispado.

84. Francisco de Solís Folch de Cardona (1752-1756)

Francisco de Solís Folch de Cardona (1752-1756)

Arzobispo titular de Trajanópolis, fue nombrado para la diócesis de Córdoba por Benedicto XIV. Pasó posteriormente al arzobispado de Sevilla.

85. Martín de Barcia (1756-1771)

Martín de Barcia (1756-1771)

Antes de Córdoba fue obispo de Ceuta. Colaboró intensamente en los procesos de beatificación del maestro Juan de Avila y del P. Cristóbal de Santa Catalina, fundador de las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno.

86. Francisco Garrido de la Vega (1772-1776)

Francisco Garrido de la Vega (1772-1776)

De Mallorca fue trasladado a la sede cordobesa por Clemente XIV. Prestó su ayuda al geógrafo Tomás López para los estudios cartográficos del Obispado de Córdoba. «Fue siempre laborioso y ejemplar», refieren sus biógrafos.

87. Baltasar de Yusta Navarro (1777-1787)

Baltasar de Yusta Navarro (1777-1787)

Fue primero obispo de León. Manifestó un particular interés por la vida pastoral en las Nuevas Poblaciones de Andalucía fundadas por Carlos III, siendo el primer obispo que las visitó.

88. Antonio Caballero y Góngora (1788-1796)

Antonio Caballero y Góngora (1788-1796)

Sus actividades como obispo se iniciaron en las sedes de Mérida de Yucatán y Santa Fe de Bogotá en las Indias. Arzobispo de esta última, fue trasladado a Córdoba. De espíritu ilustrado fundó en esta ciudad una escuela de Bellas Artes.

89. Agustín de Ayestarán y Landa (1796-1805)

Agustín de Ayestarán y Landa (1796-1805)

Nacido en Villafranca (Navarra), fue nombrado obispo titular de Botrys y auxiliar de Sevilla en 1772. Llevó a cabo el primer gran arreglo parroquial desde el siglo XIII.

90. Pedro Antonio de Trevilla (1805-1832)

Pedro Antonio de Trevilla (1805-1832)

Doctor en Derecho Canónico fue consagrado obispo por el cardenal Luis de Borbón. La invasión francesa, los cambios radicales operados en la política nacional y la ingente integración de los religiosos exclaustrados en la actividad pastoral diocesana no fueron obstáculo para que realizara cuatro visitas pastorales a la diócesis.

91. Juan José Bonel y Orbe (1833-1847)

Juan José Bonel y Orbe (1833-1847)

Pasó al obispado de Córdoba desde la diócesis de Málaga. Sufrió la Desamortización con todas sus consecuencias y renovó los planes de estudio del Seminario. Trasladado a Toledo, fue nombrado cardenal en 1850.

92. Manuel Joaquín Tarancón y Morón (1853-1857)

Manuel Joaquín Tarancón y Morón (1853-1857)

Fue, previamente, catedrático, rector y canciller mayor de la Universidad de Valladolid. Fue consagrado en Madrid por Giovanni Brunelli, delegado apostólico en España. Proyectó un nuevo arreglo parroquial para la capital e integró en la jurisdicción diocesana las Nuevas Poblaciones de Andalucía. Fue trasladado a Sevilla.

93. Juan Alfonso de Alburquerque (1857-1874)

Juan Alfonso de Alburquerque (1857-1874)

Desde el obispado de Ávila pasó a ocupar la sede cordobesa. Destacan en su pontificado la creación del Boletín Oficial del Obispado, la fundación de la primera institución de apostolado seglar, la organización de publicaciones periódicas católicas durante la I República Española y las primeras experiencias en un régimen constitucional de libertad religiosa.

94. Zeferino González y Díaz Tuñón (1875-1883)

Zeferino González y Díaz Tuñón (1875-1883)

De la orden de Predicadores. Uno de los más insignes obispos que han ocupado la sede, pasó a ésta desde Málaga. Aplicó la reforma neotomista a los estudios del Seminario, inicia la restauración de templos históricos de la ciudad, creó la primera casa de Ejercicios Espirituales, organiza un plan renovador de misiones populares e instituyó el primer movimiento de obreros católicos con sus «Círculos Católicos de Obreros». Pasó después al arzobispado de Sevilla.

95. Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros (1883-1898)

Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros (1883-1898)

Del Oratorio de San Felipe Neri. Vocación tardía, ejerció antes la carrera judicial como fiscal y juez en su ciudad natal, Jerez de la Frontera. Canónigo de Cádiz, fue nombrado obispo de Oviedo, de donde fue trasladado a Córdoba. Concluiría sus días como cardenal de Valencia, no sin antes intervenir en la elección de San Pío X.

96. José Pozuelo y Herrero (1898-1913)

José Pozuelo y Herrero (1898-1913)

Obispo de Ceuta (1877), Canarias (1879) y Segovia (1890), era natural de Pozoblanco. Reza su epitafio que murió «meritorum plenus». Colaborador fiel en el Seminario y en periodismo católico cordobés durante el pontificado de Alburquerque mantuvo veinte años después una ideología poco acorde con la evolución del pensamiento social de la Iglesia.

97. Ramón Guillamet y Coma (1913-1920)

Ramón Guillamet y Coma (1913-1920)

Fue el primer obispo que usó los medios de investigación sociológica y estadísticos para un conocimiento más profundo de la vida diocesana. De esta sede pasó a la de Barcelona.

98. Adolfo Pérez Muñoz (1920-1945)

Adolfo Pérez Muñoz (1920-1945)

Obispo de Canarias (1909) y de Badajoz (1913), fue promovido finalmente a la de Córdoba. Su gran munificencia dotó a la diócesis con la actual Casa de Ejercicios de San Antonio, al Seminario con becas de estudio, y a la capital con una incipiente obra social de viviendas. Sufrió lo indecible en Julio de 1936 y vio mermado el clero diocesano durante la Guerra Civil en la que fueron asesinados ochenta y tres sacerdotes y clérigos. Después de ésta encomendó la formación de los seminaristas a la Compañía de Jesús.

99. Albino González Menéndez-Reigada (1946-1958)

Albino González Menéndez-Reigada (1946-1958)

De la orden de Predicadores, fue primero obispo de Tenerife (1924). Durante su pontificado se reforman los límites de la diócesis establecidos en el siglo XIII, concluye su enorme plan de arreglo parroquial del obispado, recoge los primeros y amplísimos frutos del Seminario de la postguerra, dota de templos a las nuevas zonas urbanas de la capital y de algunos pueblos, convoca el último concurso de curatos, crea el Seminario de Santa María de los Ángeles (Hornachuelos), y, sobre todo, consigue para la ciudad la construcción de barriadas de miles de viviendas que le hace destacar como uno de los más grandes obispos de todos los tiempos. Su labor social fue reconocida, todavía en vida, por amplísimos sectores eclesiásticos y civiles de Europa y América.

100. Manuel Fernández-Conde y García del Rebollar (1959-1970)

Manuel Fernández-Conde y García del Rebollar (1959-1970)

Procedente de la Curia Romana, fue consagrado en Roma. De carácter diplomático y bondadoso, reformó las dependencias de la curia episcopal, amplió el Seminario de Santa María de los Ángeles y la Casa Diocesana de Espiritualidad. Creó tres nuevas parroquias en la capital, ocupó importantes cargos en la Conferencia Episcopal Española y participó activamente en la preparación y celebración del Concilio Vaticano II.

101. José María Cirarda Lachiondo (1972-1978)

José María Cirarda Lachiondo (1972-1978)

Obispo titular de Drusiliana y auxiliar de Sevilla (1960-1968), obispo de Santander (1968-1971), y administrador apostólico de Bilbao (1968), fue promovido a la de Córdoba por Pablo VI. En 1978 pasó al arzobispado de Pamplona. Dividió la Diócesis en cuatro Vicarías Territoriales e instituyó la figura del Vicario Episcopal; creó nuevas parroquias, templos y casas rectorales. Inició las obras de la Casa Sacerdotal y remodeló el antiguo edificio del Seminario para dar cabida en él al actual teologado, a la biblioteca y archivo del obispado, a la escuela universitaria del profesorado y a la vivienda del Obispo.

102. José Antonio Infantes Florido (1978-1996)

José Antonio Infantes Florido (1978-1996)

Nació en Almadén de la Plata (Sevilla) el 24 de enero de 1920. Fue ordenado presbítero el 19 de mayo de 1951. Es Doctor en Derecho Civil por la Universidad de Sevilla y en Derecho Canónico por la Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado obispo de Gran Canaria el 21 de septiembre de 1967. Después de once años en la sede de Gran Canaria, el 25 de mayo de 1978 toma posesión de la Diócesis de Córdoba. Entre sus principales preocupaciones pastorales destacan su interés por la vocaciones, el futuro de los sacerdotes en su tercera edad, la conservación y restauración del patrimonio cultural, para que sea instrumento de evangelización, la construcción de nuevos templos parroquiales y la cercanía a la religiosidad popular. En los años de su pontificado en la Diócesis de Córdoba se produce la reapertura del Seminario Mayor y Menor de San Pelagio, la inauguración de la Casa Sacerdotal “Medina y Corella”, la creación del Museo Diocesano en el Palacio Episcopal y un Centro de Estudios Teológicos para religiosos y seglares, radicado en el Seminario. En la Conferencia Episcopal Española ha sido, durante varios mandatos, Presidente de la Comisión de Ecumenismo. Ha sido también Delegado Episcopal para el Patrimonio Cultural de las Provincias Eclesiásticas de Sevilla y Granada. En 1996 presentó su renuncia como Obispo diocesano, pasando a ser Obispo Emérito de la Diócesis de Córdoba.

103. Francisco Javier Martínez Fernández (1996-2003)

Francisco Javier Martínez Fernández (1996-2003)

Nació en Madrid el 20 de diciembre de 1947. Fue ordenado presbítero el 3 de abril de 1972. Obtuvo la Licenciatura en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de Comillas en 1973 y, en Washington, el doctorado en filología semítica con una tesis sobre la apocalíptica cristiana en Oriente en el período del surgir del Islam.

Fue nombrado Obispo titular de Voli y Auxiliar de Madrid el 20 de marzo de 1985, recibiendo la ordenación el 11 de mayo de ese mismo año. El 15 de marzo de 1996 fue nombrado Obispo de Córdoba, tomando posesión de la sede cordobesa el 18 de mayo de 1996.

Durante su pontificado se ha prestado especial atención a la aportación de la Iglesia a la cultura con la creación de la Fundación San Eulogio; han sido enviados varios sacerdotes a diversas Facultades de Roma y Madrid para la obtención de grados en Teología, Filosofía, Sagrada Escritura y Derecho; se ha creado también el Instituto Diocesano de Pastoral "Redemptor Hominis". En el año 2000 se inauguró la Biblioteca Diocesana de Córdoba, depositaria de los fondos del Seminario «San Pelagio», con el objetivo de convertirse en un centro bibliográfico y documental al servicio de la Diócesis y de la docencia, estudio e investigación del Centro de Estudios del Seminario Conciliar. En ese periodo se han adquirido numerosas colecciones bibliográficas y se ha iniciado la automatización de todas sus secciones. Entre otros datos, destaca la labor realizada por la Delegación de Juventud, creada en el año 1996, la cual ha servido para apoyar, coordinar e impulsar la evangelización de la realidad juvenil cordobesa, especialmente con las peregrinaciones y participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud; asimismo, señalar la tarea desempeñada por la Delegación Diocesana de Medios, especialmente con la publicación de la revista diocesana "Primer Día".

En este período se ha consolidado el Seminario de «San Pelagio», alcanzándose la cota más alta de los últimos 20 años en el número de seminaristas del Seminario Mayor, con un total de 35 ordenaciones sacerdotales. En 1999, Mons. Martínez Fernández erigió el Seminario Diocesano Misionero "Redemptoris Mater - Nuestra Señora de la Fuensanta".

La celebración del Gran Jubileo del Año 2000, permitió a Mons. Martínez Fernández la organización de multitudinarios Encuentros Diocesanos, así como la construcción de una Casa de Acogida para Marginados sin Hogar. En el Año 2002 ofreció las Orientaciones Pastorales Diocesanas en el Inicio del Tercer Milenio Cristiano "Un Nuevo Impulso Misionero".

Fue nombrado Arzobispo de Granada el 15 de marzo de 2003.

104. Juan José Asenjo Pelegrina (2003-2009)

Juan José Asenjo Pelegrina (2003-2009)

Nació en Sigüenza (Guadalajara) el 15 de octubre de 1945, hizo los estudios eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Sigüenza y fue ordenado sacerdote el día 21 de septiembre de 1969. En el año 1971 obtuvo la Licenciatura en Teología en la Facultad Teológica del Norte de España (Burgos).

Desde el año 1977 hasta 1979 realizó lo cursos de Doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y las Diplomaturas en Archivística y Biblioteconomía en las Escuelas del Archivo Secreto Vaticano y de la Biblioteca Apostólica Vaticana.

Los cargos desempeñados en la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara fueron los siguientes: Profesor de Eclesiología e Historia de la Iglesia en el Seminario Diocesano de Sigüenza de 1971 a 1997 y Vicerrector de dicho Seminario desde 1974 hasta 1977. A partir de 1979 y hasta 1988 fue Director de la Residencia Universitaria de Magisterio «Ntra. Sra. de la Estrella» de Sigüenza. Ha sido también miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores durante doce años, Director del Archivo Histórico Diocesano (1979-1981), Canónigo encargado del Patrimonio Artístico (1985-1997), Delegado Diocesano para el Patrimonio Cultural (1985-1993) y Vicerrector del Santuario de la Virgen de la Salud de Barbatona (1994-1997).

Los cargos desempeñados en la Conferencia Episcopal Española han sido los siguientes: Vicesecretario para Asuntos Generales (1993-1997), Miembro de la Comisión Episcopal para el Patrimonio Cultural (1997-1998), Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (1998-2003), Copresidente de la Comisión Mixta Ministerio de Educación y Cultura-Conferencia Episcopal para el seguimiento del Plan Nacional de Catedrales (1998-2003) y Coordinador Nacional de la V Visita Apostólica del Santo Padre a España (días 3 y 4 de mayo de 2003).

Fue nombrado Obispo titular de Iziriana y auxiliar de Toledo el 27 de febrero de 1997, siendo ordenado en la Catedral Primada el 20 de abril.

Fue nombrado Obispo de Córdoba el 28 de julio de 2003, tomando posesión el 27 de septiembre.

Por delegación de los Obispos del Sur es el Obispo responsable de la Pastoral de la Salud en Andalucía.

El día 11 de julio de 2003, a propuesta del Consejo de Ministros, S. M. el Rey le concede la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica por su colaboración en la preparación de la V Visita Apostólica del Santo Padre a España (Real Decreto en el B.O.E. del 12 de julio de 2003).

El 9 de marzo de 2005 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal para el Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española. Desde dicha fecha es miembro de la Comisión Permanente de la misma. El día 5 de marzo de 2008 fue reelegido para otro trienio.

El 13 de noviembre de 2008 la Santa Sede hizo público el nombramiento de D. Juan José Asenjo como Arzobispo Coadjutor de la Archidiócesis de Sevilla, oficio del que tomó posesión el 17 de enero de 2009.

Desde el 17 de enero de 2009 es Administrador Apostólico “sede vacante” de la Diócesis de Córdoba, con facultades de Obispo diocesano.

El día 8 de octubre de 2009 fue nombrado por el Papa Benedicto XVI miembro de la Pontificia Comisión para América Latina.

El día 5 de noviembre de 2009 comienza su ministerio como Arzobispo metropolitano de Sevilla, al aceptar el Santo Padre la renuncia del Cardenal Amigo Vallejo.

El 25 de noviembre de 2009 fue elegido por la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española miembro del Comité Ejecutivo de la misma.

105. Demetrio Fernández González (2010-)

1. Juan (1155-1166)

1. Juan (1155-1166)

Arzobispo de Toledo y administrador apostólico de los territorios conquistados al norte de la diócesis. Ejerció su jurisdicción sobre Chillón, Santa Eufemia y Pedroche.

2. Cerebruno (1167-1180)

Cerebruno (1167-1180)

Arzobispo de Toledo y administrador apostólico de los territorios cordobeses conquistados. Alejandro III le autoriza a nombrar presbíteros en las poblaciones arriba señaladas.

3. Pedro de Cardona (1181-1182)

Pedro de Cardona (1181-1182)

Arzobispo de Toledo y administrador apostólico de la reconquistada zona del Pedroche. Nombrado cardenal por Lucio III en 1181.

4. Martín López de Pisuerga (1192-1195)

Martín López de Pisuerga (1192-1195)

Arzobispo de Toledo y administrador apostólico. Cesa como tal en 1195 con motivo de la batalla de Alarcos y la consecuente pérdida de Chillón, Pedroche y Santa Eufemia.

5. Rodrigo Jiménez de Rada (1217-1238)

Rodrigo Jiménez de Rada (1217-1238)

Arzobispo de Toledo y administrador apostólico. Honorio III le encomendó la parte del Pedroche que había sido de nuevo reconquistada tras la victoria de las Navas de Tolosa. Con Fernando III estudió la creación del cabildo catedralicio –cuyos primeros pasos se dan en 1237- y la restauración de su episcopado en 1238. En sus manos quedó la elección del primer obispo cordobés en virtud de los poderes pontificios de que gozaba desde 1213. Por su intervención, la diócesis cordobesa quedará sometida al metropolitano de Toledo.

6. Pedro Segura y Saenz (1945-1946)

Pedro Segura y Saenz (1945-1946)

Fue designado durante la vacante producida por muerte de don Adolfo Pérez Muñoz (diciembre, 1945-junio, 1946). El cardenal Segura ocupaba la sede hispalense.

7. José María Cirarda Lachiondo (1978)

José María Cirarda Lachiondo (1978)

Tras su promoción al arzobispado de Pamplona, fue nombrado Administrador Apostólico de Córdoba hasta la llegada de monseñor Infantes Florido (Julio de 1978).

8. Juan José Asenjo Pelegrina (2009-2010)

Juan José Asenjo Pelegrina (2009-2010)

Tras su promoción al arzobispado de Sevilla, fue nombrado Administrador Apostólico de Córdoba hasta la llegada de D. Demetrio Fernández González (Marzo de 2010).

1. Álvaro de Luna (1456-1475)

Álvaro de Luna (1456-1475)

De la orden de Frailes Menores. Desde un año antes, 1455, reside en Córdoba con el título de obispo de Hebrón en Palestina, sufragánea de Cesarea. Maestro en Teología. En 1456, Calixto III le autoriza a ejercer las funciones episcopales en Toledo, Sevilla y principalmente en Córdoba, encomendándole especialmente la predicación. El mismo Papa le señala la iglesia parroquial de Santa María Magdalena para celebrar en ellas las funciones solemnes.

2. Antonio de Medina (1457-1470)

Antonio de Medina (1457-1470)

De la orden de la Merced. Obispo titular de Ronda. Bendijo la iglesia del convento de Santa Marta.

3. Tomás de Córdoba (1507)

Tomás de Córdoba (1507)

Abad del monasterio de los Santos Mártires Acisclo y Victoria de Córdoba, de la orden del Cister. Obispo titular de Dumna, sufragánea de Spalato, desde 26 de enero de 1507.

4. Álvaro de Salas (1514)

Álvaro de Salas (1514)

De la orden de Ermitaños de San Agustín. Obispo titular de Dumna. Profesor en Teología.

5. Cristóbal Ruiz de Barrionuevo (1515-1552)

Cristóbal Ruiz de Barrionuevo (1515-1552)

Canónigo de Córdoba. Obispo titular de Tagaste en África desde 10 enero de 1515. León X le autorizó a seguir percibiendo su ración canonical para su sustento.

6. Andrés Clemente de Torquemada (1520)

Andrés Clemente de Torquemada (1520)

De la orden Tercera de Penitencia de San Francisco. Profesor en Teología. Ministro del convento de Madre de Dios de Córdoba. Obispo titular de Dumna desde 19 de diciembre de 1520.

7. Juan Teres (1579)

Juan Teres (1579)

Presbítero de Vich. «Episcopus Marochitanus». Se le concede facultad de ejercer el pontificado en la diócesis de Córdoba. Trasladado a Tarragona el mismo año.

8. Pedro (1622-1624)

Pedro (1622-1624)

Obispo titular de Neápolis. Designado sufragáneo de Córdoba el 13 de junio de 1622. Colaboró especialmente en las Visitas Generales a las parroquias del obispado.

9. Manuel de Torquemada (1690)

Manuel de Torquemada (1690)

De la orden de la Merced. Obispo titular de Berito desde el 10 de julio de 1690. Maestro en Teología. Había sido Vicario General de su orden en las provincias del Perú y definidor general de los Mercedarios. Propuesto como auxiliar en 9 de octubre de 1686 para ayudar al cardenal Salazar.